Amor por siempre
- María Carolina
- 1 mar 2016
- 2 Min. de lectura
“Abue, ¿dime qué es el Amor?”, me preguntó Danielito (de mis nietos, el menor) al regresar de la escuela.
Y yo presta contesté: “Es lo que siente tu abuela cuando me sonríes así, con los ojos de tu abuelo y tu carita infantil.
“Es la dicha de tus padres desde que llegaste tú. Es el color de las flores y también el cielo azul.
“Es la dedicación y esfuerzo que pone o cada maestro al enseñarte en la escuela, y es el beso del regreso que casi siempre te espera.
“Es la tarea que elaboras con paciencia y atención, llenando de conocimientos tu mente y tu corazón.
“Es el silbato del cartero cuando llegan las noticias de tu abuelito materno.
“Es la atención del tendero al despachar cada día. Y es el afán de progreso del obrero por la vida.
“Es el profesionista honesto que se esfuerza en su país, trabajando con ahínco sin olvidar su raíz.
“Es el recuerdo de los que se fueron y que aún seguimos amando. Es el ejemplo que nos dejaron, para seguir fomentando.
“Es AMOR, mi Danielito, las reuniones familiares, tu casa y tus amiguitos, cumpleaños y Navidades.
“Es lo verde de los campos al levantar la cosecha después de haberla sembrado. Es la tierra generosa que no se cansa de darnos el alimento y abrigo que tanto necesitamos.
“Son los brazos de tu madre que siempre te cuidarán. Es la tristeza de tu padre cuando llegas a enfermar. Es el correr de tus tíos cuando lloras con dolor. Es arcoíris en casa cuando el alivio llegó.
“Y esto, mi nieto querido, esto nunca se termina. Un día estarás muy tranquilo, esperando a la familia, y llegará un nieto tuyo y te preguntará también: ‘Abue, ¿dime qué es el Amor?’.
“¡Ya sabes qué responderle! Y eso, mi dulce Daniel: ¡ESO ES EL AMOR POR SIEMPRE!”.
Enero de 2016