Homenaje póstumo a don Humberto Constantino Herrera Salas
- Por Profr. Heriberto MEJÍA MUÑIZ
- 1 mar 2016
- 3 Min. de lectura
Pasó a mejor vida don Humberto Constantino Herrera Salas, unos de los grandes del deporte comarcano, orgullosamente matamorense, el día 4 del mes de febrero del año 2016 a las 9 de la noche, y sus restos fueron velados en Funeraria “R. Arguijo”, localizada en C. Libertad esquina con Av. Cuauhtémoc.
Fue uno de los grandes del deporte del boxeo comarcano, con 20 peleas profesionales en su haber. Grande en el deporte del béisbol al ser el primer bateador en volarse la barda del Campo “Cámara Junior” (hoy “Horacio Piña”) por el centro del parque, arriba del tablero del marcador, el día 3 de febrero del año 1957.
Grande en el deporte del fútbol, jugando la posición de portero.
Grande en el deporte del básquetbol y voleibol, ya que formó parte de la selección matamorense.
Tuve el honor de que don Humberto me concediera una entrevista para la realización de esta semblanza… EN VIDA, en el mes de enero de 2011, la cual aparece en el libro “Semblanzas Matamorenses y otras cosas”, de su autor Heriberto Mejía Muñiz, y que abajo reproduciremos.
Recuerdo un bonito detalle: Me comentó que en los deportes que él practicó era muy conocido como Humberto “La Rana” Herrera. Le pedí autorización para publicar el sobrenombre, se sonrió y me dijo que llegó el momento en que le gustaba, y me mostró una cachucha que le había regalado una de sus hijas, y en uno de sus costados decía Humberto “La Rana” Herrera.
Descanse en paz, don Humberto.
Humberto Constantino Herrera Salas
(Empleado refresquero y deportista)
Un ejemplo de persona carismática, deportista, de carta cabal y un gran trabajador de la empresa refresquera “Coca-Cola” es sin duda el Sr. Humberto Constantino Herrera Salas, muy conocido en el ambiente deportivo matamorense como “La Rana” Herrera.
Nació en Matamoros, Coahuila, un día 29 de marzo de 1928, por lo que está por cumplir 83 años de edad. Sus padres fueron el Sr. Mariano Herrera Rodríguez y su señora madre Sofía Salas Rodríguez, ambos oriundos de Matamoros, Coahuila.
En esta ciudad conoce y contrae matrimonio con la Srita. Ma. del Refugio Vargas Treviño, nacida en Nuevo Laredo, Tamaulipas, procreando cinco hijos: Ma. del Rayo, de profesión maestra; Ma. del Carmen, maestra radicada en Estados Unidos; Humberto Antonio, maestro; Ma. de la Luz, maestra de educación física radicada en Estados Unidos, y Martín del Refugio, ingeniero agrónomo y maestro de la Escuela Secundaria Técnica Agropecuaria de Coyote, Coahuila, de los apellidos Herrera Vargas.
Además don Humberto cuenta con 13 nietos y 11 bisnietos.
La educación primaria la realiza en la Escuela “Nicolás Bravo”, de su pueblo natal (ahí un profesor de nombre Leopoldo Ortega le enseñó el arte del boxeo); la secundaria y algo de profesional en la Escuela Práctica de Agricultura, en la comunidad de Agua Nueva de San Pedro, Coahuila. No terminó sus estudios por motivo de que necesitaba trabajar para ayudar a sostener los gastos de la familia.
Desde muy temprana edad comenzó a laborar en una panadería que se llamaba “La Flor de La Laguna”. Tiempo después empieza a trabajar como empleado repartidor de refrescos de la empresa “Coca-Cola”, jubilándose a los 33 años de servicio.
Su trabajo lo combinaba con diversos deportes como el box profesional peso puma, con más de 20 peleas en su haber (nos mostró diversos programas donde aparece como peleador estrella). Dos ejemplos: una con el peleador Velázquez de Gómez Palacio, Durango, y otra contra Refugio Hidrogo de Torreón, en una de estas peleas con este boxeador se le fractura la mandíbula, retirándose por este motivo de este deporte.
Practicó también el béisbol siendo el primer jugador en volarse la barda del campo deportivo “Cámara Junior” por el centro del parque, arriba del tablero del marcador, el día 3 de febrero del año de 1957.
En una fotografía tomada con el equipo subcampeón de la Liga de Veteranos en el año de 1977, aparece con el trofeo de este equipo.
También practicó el fútbol, jugando la posición de portero; además el básquetbol y voleibol donde formaba parte de la Selección Matamoros para participar en encuentros a nivel nacional.
En su casa tiene un verdadero altar con programas boxísticos, medallas, trofeos y fotografías de los diversos equipos en los que militó.
Me llamó la atención una, donde el Sr. Rodolfo Ayup, recientemente fallecido, le otorga un trofeo como reconocimiento a su amplia trayectoria en el béisbol; también otro reconocimiento que le hiciera la Liga Municipal “Anastasio Carreón”, el 3 de enero de 2011.
Honor a quien honor merece.