Casa Hogar “Villa de los Ángeles”
- Por Profr. Heriberto MEJÍA MUÑIZ
- 19 oct 2016
- 4 Min. de lectura
Motivando por saber qué era la Casa Hogar “Villa de los Ángeles”, ya que anteriormente había visto a las afueras de Matamoros con rumbo a Torreón un espectacular anunciando esta institución, además también vi circular un vehículo tipo combi impreso en un costado la leyenda “Casa Hogar ‘Villa de los Ángeles’”, me puse a investigar hasta dar con la persona Ma. de Jesús Salas Villegas, que muy amablemente me dio todas las facilidades para hacer el siguiente reportaje.
¿Qué es la casa hogar?
La Casa Hogar “Villa de los Ángeles” es una A.C. (Asociación Civil) no lucrativa para adultos mayores donde se les brinda a estas personas: hospitalidad, esparcimiento, alimentación, consulta médica, medicina dentro de sus posibilidades, además cuando la persona se ve con la necesidad de vestuario, también buscan el apoyo para adquirirlo.
¿Cómo lo logran?
Gracias a que cuenta con un valioso equipo de personas de buen corazón que dan mucho de su valioso tiempo para servir al prójimo.
Así mismo al Gobierno Estatal al haber facilitado un vehículo tipo combi para el traslado del lugar a sus hogares y otras necesidades del albergue, así como también al Gobierno Municipal que les otorga 60 litros de gasolina mensualmente, misma que no es suficiente porque en una semana se agota esta cantidad de litros, aunque hay que reconocer que esta colaboración es de mucha ayuda ya que también les brinda un apoyo para pagar parte de la renta mensual.
Por cierto, el día que me concedieron la entrevista se había descompuesto la combi, por lo que no tuvieron la totalidad de los albergados, aunque posteriormente consiguieron otra en la parroquia para poder traer una despensa que les había donado la fundación SIMI.
Grupo de benefactores
También reciben apoyo de un grupo de benefactores(as), algunas por quincena, otras personas por mes, unas los apoyan con 50 pesos, otras con 100 pesos y algunos otros con 200 pesos, aunque no son suficientes porque son muchas las necesidades del albergue día a día, año tras año.
El trabajo del patronato
Trabajan también como patronato haciendo y vendiendo tamales, hamburguesadas, “noches mexicanas” y cenas bailes.
Otros apoyos
La fundación SIMI colabora con los servicios del Dr. Gerardo Alberto Loya Torres y una despensa. También tres carnicerías apoyan con 4 kilogramos por semana y otras personas cada quince días les dona la verdura. Total, se batalla un poco pero son más las satisfacciones que el trabajo, sobre todo con el apoyo de Dios nuestro señor.
Apoyo espiritual
Reciben apoyo espiritual los albergantes de parte de la iglesia católica (también con el apoyo cuando se descompone la combi, prestando un vehículo de esta iglesia).
Una aclaración
Se hace la aclaración que en la institución se respetan las creencias de las personas del albergue que no profesan esta religión.
Patronato de la casa hogar
Presidenta fundadora: Sra. Lourdes Zarzar de Giacomán
Directora actual: Ma. de Jesús Salas Villegas
Secretaria: Silvia Bueno Martínez
Tesorera: Martita Rodríguez
1ª vocal: Ma. Delfina Cruz
2ª vocal: Sergio Salazar
Además del patronato, colaboran en el equipo de voluntariadas la señora Ma. de los Ángeles Villa, y en servicios de cocina la señora Rosita Valverde presta el servicio de cocinera, se le apoya con una pequeña compensación, y otra cocinera voluntaria es la señora Silvia Zapata Ortiz.
Chofer de combi
Como chofer del servicio de trasportación “combi”, el señor Daniel Adame nos brinda el apoyo voluntariamente, y otras personas que también lo hacen esporádicamente.
Proceso histórico
El albergue se formó hace aproximadamente unos 15 años a iniciativa de la Sra. Lourdes Zarzar de Giacomán. La idea de este matrimonio es que no sea un albergue, sino convertirlo en una villa, donde se de atención día y noche, no sólo a los adultos mayores, así mismo también a los niños huérfanos abandonados o con niños de una situación precaria.
Ubicación
La casa hogar ha tenido varios domicilios por andar en casa de renta. El actual está ubicado por la Av. Independencia No. 721 poniente, aunque ya se tienen donadas cinco hectáreas allá por el local de la empresa Autobuses Rojos de La Laguna, a una distancia de unos cinco kilómetros por la carretera vecinal a Filipinas.
Una bonita anécdota
Hubo una persona muy apreciada por toda la familia de la casa hogar, el señor Rosendo Ramírez del Toro, conocido en Matamoros con el sobrenombre de “Masistes”, ya que vendía fruta por las calles de la ciudad y su papá era conocido con el sobrenombre de “Don Pedro ‘El Tunero’”, obviamente porque vendía tunas.
“Masistes” a lo largo del tiempo quedó solo y se enfermó dándole dos embolias, recogiéndolo la casa hogar. Él se portaba muy bien con todas las personas que atendían el albergue y demás compañeros, hasta que un buen día pasa a mejor vida.
Me comenta la señora María de Jesús que la casa hogar no tenía dinero para su sepelio y que se sintió con mucho valor para ir con “Cachis” (Funeraria R. Arguijo), y le dijo que le diera el féretro y que después se lo pagaría, lo cual el señor Arguijo aceptó de inmediato de muy buena gana; otra persona consiguió el terreno, le hicieron una bóveda y su cruz de granito.
Al terminar el sepelio a la señora Mari le llegó ayuda económica de una persona, otra persona, pagaron así todos los gastos y aún le sobraron 100 pesos.
Esto es un ejemplo de cómo Dios Nuestro Señor apoya a los que sirven a su prójimo de una manera desinteresada y que ponen su corazón al servicio de Dios al servir a los más necesitados.
“El que no nace para servir, no sirve para vivir”.- Madre Teresa de Calcuta.
Nota: Se recomienda a la ciudadanía su apoyo para si miran alguna persona desamparada de la tercera edad, favor de reportarla a esta institución al teléfono de la casa hogar 295-87-59. Y también se le invita a toda persona de buen corazón que quiera servir a su prójimo voluntariamente. Se acepta de muy buena gana como persona o económicamente para servir a esta institución, ya que el objetivo a futuro es que la casa tienda a albergar a las personas las 24 horas.
