top of page

¡Gracias, Señor!

  • Oliverio RODRÍGUEZ HERRERA
  • 6 jul 2017
  • 1 Min. de lectura

No estoy en penumbra, ni a la luz de una vela,

ni en un monasterio de paredes gruesas.

Medito y oro ante el cielo raso,

absorto en tu obra y todas sus grandezas.

Aquí estoy ante ti, Señor…

de brazos abiertos,

sintiendo tu esencia.

Todo habla de ti; siento tu presencia.

Aspiro aire puro

y ese viento fresco de suaves fragancias.

Plantas y flores me hablan de ti;

se me figuran cantos de alabanzas.

Lágrimas saladas que cubren mi rostro

son de alegría, son de emoción,

por dicha que tengo de saber que escuchas

y que estás atento a mi corazón.

Estoy ante ti, Señor… Hoy sin aflicción.

Muy agradecido por tu bendición.

¡Tú me has dado todo sin merecer nada!

¡Más de lo que pido al amanecer, en mis alboradas!

¡Qué grande es tu amor y tu providencia

para el hijo pródigo que se perdió solo,

vagando en el mundo, sin guía,

sin freno, como con demencia!

¡Cuánto te debo, mi Dios!

Debo darme entero hacia los demás.

El miedo, la angustia, la envidia y la obra falaz,

que no sean conmigo; yo los dejo atrás.

Hoy no te pediré nada.

¡Gracias, Señor, gracias te digo!

Sé que mi humildad te halaga.

¡Seré yo mejor, a eso me obligo!

Matamoros, Coahuila, mayo 26 de 2008.

Comments


Entradas destacadas
Entradas recientes
Archivo
Buscar por tags
Síguenos
  • Facebook Basic Square

© 2016 por Periódico EL SIGLO XXI. Proudly created with Wix.com

bottom of page