De toros y de güeyes

Empezando la segunda semana del mes de agosto alcancé a ver y oír solamente parte de una acalorada discusión acerca de que si regresaba o no la Fiesta Brava a Coahuila.

Después de muchos dimes y diretes de los participantes, se dieron un efusivo saludo y hasta abrazos hubieron. El escritorio tenía un mantel con el logotipo de MORENA. Al parecer una diputada de la que no escuché su nombre hizo la propuesta del “Sí”, y otros(as) dijeron “No” por la crueldad tácita que se ve en las corridas.

De tiempos inmemorables (recordemos que fuimos un país conquistado por españoles) las fiestas y ferias tradicionales de los pueblos y provincias de la Nueva España tenían en sus programas de festejos las corridas de toros, las peleas de gallos, las carreras de caballos, juegos de azar, competencias charras, bailes, kermeses, con los consabidos comestibles y bebestibles tradicionales.

Los diputadetes y diputadetas del moreirato tuvieron la gran ocurrencia de prohibir casi todas estas celebraciones por lo que ya ni los circos pueden traer animales aquí en Coahuila.

¡Digo!, ¿por qué se quieren dar baños de pureza? ¿Por qué tan compadecidos(as)? ¿Acaso nunca se han comido una chuleta, un taco de trompo o trompa, un menudo, unos de tripa y buche, unos duritos, un cocido con elote, una machaca, un chorizo con huevo… o vamos, hasta un caldo de pollo? ¿A poco creen que en los rastros matan los animales a besos? ¿O a garnuchos? ¡No! Les dan con un marro en la cabeza, y cuando caen atarantados les meten el cuchillo para desangrarlos y aún vivos proceden a pelarlos.

Yo digo que no sean hipócritas y se pongan a legislar en temas más importantes para la sociedad. ¿Cómo qué? Un ejemplo: que hagan leyes para que castiguen a magistrados, jueces y ministerios públicos corruptos que agarran lana y con argumentos “legaloides” dejan libres a asesinos, violadores, secuestradores, mariguaneros, asaltantes, extorsionadores, defraudadores, políticos ratas, pederastas y otras linduras que tenemos que sufrir los coahuilenses.

Ojalá que los empresarios y organizadores de eventos y ferias se les pongan al pedo y hagan que regresen nuestras tradiciones como se hace en todo el país. Yo diría que al que no le gusten las corridas, ¡que no vaya! Al rato van a querer prohibir el fútbol porque le mentamos la madre a los árbitros. ¿O acaso quieren que las únicas partes de entretenimiento sean los “antros”, para atacarnos de alcohol adulterado, tachas, cristal, opiáceos, coca, mariguana, chiva y otras muchas mugres? Si es lo que querían, ya lo lograron, con las consecuencias funestas de muertes violentas por sobredosis y por accidentes.

Ahora ustedes consideren quiénes son los toros, los bueyes, y quiénes se hacen güeyes.

Ai la vemos pal’otra porque ya me voy al palenque de Gómez.

#talin