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Recordando a Alfonsina
- Por Raúl Sergio de la FUENTE HERNÁNDEZ
- 19 sept 2018
- 1 Min. de lectura
Mar, ¿surgiste de un cataclismo
o del llanto salobre de un asceta
olvidado en el desierto?
¿Por qué, de niño juguetón
y travieso, te tornas en
un gigante cruel y desolador?
¿Acaso eres hermano del viento
o hijo de algún dios
hermoso y violento?
¡Oh! Fascinante inmensidad azul;
de oro, plata y esmeralda,
espejo de los astros;
tan sólo confíame dónde
ocultas a Alfonsina;
si la tienes cautiva
custodiando un tesoro
o inadvertida viaja
cual nube peregrina
bosquejando con versos
bellos paisajes en el
confín del mundo.
¡Oh! viejo amigo mío dime
dónde ocultas a Alfonsina,
para pedirle a la brisa que
le lleve la humedad
de mis ojos, antes que
el sol retire de tus ondas
el oro fulgente que
engalana la tarde.
